Cómo aumentar la producción usando paneles LED

Por Cris Roots

No todas las formas de iluminación se utilizan de la misma manera. La tecnología LED llegó para quedarse y cada día gana terreno en cultivos tanto hogareños como industriales simplemente porque llega a los mismos resultados utilizando menos energía. Pero como cualquier herramienta, la clave está en hacer un uso adecuado de ella, por lo cual hoy te vamos a enseñar las estrategias para aumentar la producción de tus cultivos utilizando paneles LED.
Watts por metro cuadrado
Es clave utilizar la cantidad necesaria de energía para los resultados deseados, no siempre basta con colocar más cantidad paneles o luminarias más poderosas. Lo primero que tenemos que conocer es nuestro nivel como cultivadores. Si es nuestra primera vez cultivando lo más probable es que la cantidad de luz que apliquemos tenga muy poco peso en el resultado final que obtengamos ya que errores básicos como un mal manejo del riego o la sobrefertilizacion pueden llevar a rendimientos muy bajos aunque tengamos la mayor cantidad de luz posible. En ese sentido desde Growtech recomendamos iniciar con una potencia lumínica por metro cuadrado de 250 a 300 watts. Con esa potencia se puede cubrir un metro cuadrado con un promedio en torno a 400 PPFD lo cual es suficiente para obtener una cosecha cercana a los 300 gramos en seco dentro de ese espacio si los parámetros de cultivo son correctos.
En cambio, para niveles de cultivo de alto rendimiento se recomienda utilizar entre 450 y 600 watts por metro. Con una configuración de este tipo se aumenta el consumo energético al mismo tiempo que aumenta la producción. Pero solo recomendamos esta cantidad de luz una vez que se dominan todos los factores de cultivo y esto normalmente se consigue después de años de trabajo. En términos energéticos no se justifica duplicar el consumo si no se va a duplicar la producción. Por esto lo ideal es aumentar progresivamente y rehacer constantemente el balance consumo/producción para evaluar el progreso real. Ahora bien, con una potencia lumínica de 600w bien utilizadas se pueden superar los 700 gramos por metro cuadrado.
Por último tenemos al cultivo con CO2 agregado, esto se consigue inyectando artificialmente dosis de dióxido de carbono, al tiempo que se aumenta la temperatura y se reduce la extracción de aire del cuarto. Con esto se eleva la tasa fotosintética y se logra superar las barreras naturales del desarrollo de una planta. Pero este tipo de cultivos es altamente riesgoso ya que las dosis de CO2 que se manejan son nocivas para el ser humano y se requieren equipos de monitoreo muy costosos para llegar a resultados repetibles. La cantidad de luz que se intenta mantener en promedio está entre los 1200 y los 1500 PPFD lo cual se consigue con una cantidad superior a los 700 watts por metro cuadrado.
La distancia del panel a las plantas
El manejo de las distancias es uno de los puntos más importantes para un cultivo con LED. A diferencia de las formas de iluminación con bombilla como HPS o Haluro Metálico, las luces LED no emiten prácticamente calor hacia la planta. En un panel LED la emisión de calor es opuesta a la de la luz generada, gracias a esto podemos acercar bastante la placa con los diodos a nuestras plantas sin correr riesgo de quemarlas. Pero en sentido contrario, mientras más acerquemos la luz, menor superficie total va a poder abarcar y se van a generar puntos con exceso de luz y otros oscuros (a esto se denomina Hot Spot). En un blog anterior hablamos sobre teoría de la iluminación y allí hablamos de la “ley del cuadrado inverso” la cual explica a la perfección este fenómeno.
Para encontrar y mantener la distancia óptima todos los fabricantes indican en qué rango de trabajo deben ser utilizadas sus lámparas. Pero por norma general debemos entender que la planta consume mayor cantidad de luz a medida que va creciendo, por lo cual no es lo mismo una plántula recién nacida que una planta en floración avanzada. Podemos comenzar con el panel a 60 centímetros o más para plantas recién nacidas y terminar las últimas 4 semanas de floración con el panel a 25 centímetros de las copas principales, siempre que eso no genere puntos oscuros en los laterales del espacio de cultivo. Si eso ocurre significa que para el espacio que tenemos y la cantidad de luz que deseamos que nuestra planta reciba, necesitamos agregar más fuentes de luz o bien reducir el espacio destinado a las plantas.
Manejo del dimerizador
Una característica que viene incluida en la línea Quantum by Growtech es la presencia de un atenuador de potencia que permite manejar la intensidad lumínica que entrega el panel. Esto sirve para evitar el hecho de subir y bajar la lampara cuando queremos modificar la cantidad de luz que le llega a nuestra planta, simplemente hay que girar la perilla para conseguir que la lámpara se mueva entre el 10% y el 100% de su potencia. Otra utilidad es poder atenuar la luz al mínimo cuando se requiere trabajar sobre las plantas y evita la exposición del trabajador. Es importante utilizar todo el equipo de seguridad como lentes y gorra además de protección para la zona del cuello y los brazos. Por ultimo con el dimerizador podemos reducir el consumo de lámparas que no se estén usando o se encuentren sobre plantas mas chicas, siempre es mejor usar el dimerizador antes que elevar la lampara si el objetivo es reducir la potencia recibida por las plantas. Este factor es importante en cultivos verticales donde el espacio es una limitación
Luz residual
Cuando trabajamos con paneles de iluminación en gran cantidad, la luz que emiten se comparte y complementa, aunque veamos que un equipo no está justo encima de la planta, la luz le va a llegar igual. En entornos abiertos debemos considerar ese factor ya que en las zonas centrales del espacio de cultivo aunque tengamos la misma potencia nominal, la cantidad de luz real va a ser superior a la de los extremos. Por lo tanto es una buena idea es colocar una superficie reflectiva cerca de los contornos para aprovechar esa luz residual al máximo y no perder producción en los extremos.
Temperatura de trabajo
La razón por la cual la iluminación LED es mas eficiente es porque la energía que consume la transforma principalmente en luz y no en calor. Aunque emiten cierto calor (sobre todo el driver) es muy poco. Es muy importante conocer la temperatura del ambiente de cultivo y del panel. Ya que la tecnología LED tiene una temperatura optima a la cual trabaja correctamente iluminando a su máxima capacidad, pero a medida que excedemos esa temperatura la luminaria otorga menos luz consumiendo la misma cantidad de energía. En equipos LED vemos que no se requiere una disipación activa como forzadores de viento pero es muy recomendable que trabajen en una sala a una temperatura menor a los 25 grados y que la placa sobre la que se encuentran los diodos no exceda los 65 grados centígrados. Si vemos que esto sucede es una buena idea contar con circulación de viento en el espacio de aire que se forma encima de los paneles, esto va a ayudar a refrescar el aire contra el que el disipador pasivo del panel entra en contacto, aumentando así su rendimiento y prolongando su vida útil.
En resumen, la tecnología LED permite cultivos mucho mas eficientes y con menor generación de calor, lo que también repercute en menor gasto en climatización de los ambientes. Pero la forma de utilizar estos paneles es diferente a otras formas mas convencionales. Los paneles LED se utilizan mucho mas cerca de las plantas, lo ideal es contar con muchos puntos de luz y poder aprovechar al máximo la luz residual que generan. También es muy importante una limpieza periódica de sus superficies de disipación para permitirles trabajar a la menor temperatura posible, lo que se traduce en mayor eficiencia y durabilidad del equipo.