Cultivo de invierno

Por Cris Roots
Contrariamente a lo que se piensa, es posible cultivar cannabis durante todo el año tanto dentro de casa como fuera. Si bien la planta naturalmente crece y se desarrolla durante los meses cálidos, hay formas de conseguir cosechas incluso durante lo más frío del invierno. En el siguiente artículo revisaremos los principales puntos a tener en cuenta para cultivar en interior y exterior durante el invierno.
 
Repasemos para comenzar el ciclo natural de la planta de cannabis: la germinación ocurre durante el comienzo de la primavera, cuando las condiciones de temperatura y humedad hacen posible la eclosión de las semillas que se encuentran en el suelo. Al cabo de la primavera y el verano la planta crece vegetativamente con dias de muchas horas de luz y temperaturas cálidas. Cuando los dias comienzan a hacerse más cortos, sobre el final del verano, la planta interpreta ese fotoperiodo para determinar que debe florecer para reproducirse naturalmente antes del invierno. Cuando el polen de una planta macho poliniza a una planta hembra se forma una semilla que luego cuando llega el invierno caerá al suelo cuando la planta donde estaba muera con el frío.
Ese es el ciclo natural de la planta, crecer, reproducirse y asegurar las generaciones futuras. Nuestra forma de cultivarla en cambio, separa y deja solo las plantas hembras, que al final del verano y comienzo del otoño serán cosechadas para secar sus flores. Ese proceso puede suceder en cualquier momento del año si prestamos atención a una serie de factores que revisaremos a continuación.
Temperatura y humedad.
Una planta de cannabis prefiere la temperatura entre 18 a 30 grados aproximadamente. Por debajo de 16 grados la planta verá una reducción en su metabolismo, lo que hará que crezca más lento pero puede tolerarlo. En cambio, si el suelo donde se encuentran las raíces de la planta desciende de 16 grados ya comienza a estar comprometida la supervivencia de la misma. La parte superior, la parte foliar, puede soportar temperaturas entre 5 y 10 grados aunque tampoco es lo ideal.
Por lo tanto es indispensable proteger el suelo de las bajas temperaturas, en caso de cultivar en macetas se recomienda que el tamaño sea el más grande posible (más de 20 litros) y en caso de cultivar directamente sobre el suelo, es bueno colocar un par de centímetros de mantillo seco como hojas secas, paja de trigo, corteza de pino o cascarilla de arroz (o todas combinadas).
Durante el invierno se da una combinación de baja temperatura y baja humedad, lo cual se explica por el hecho de que a menor temperatura, el aire tiene menor capacidad de retener el agua en forma de vapor. Este fenómeno es positivo ya que por lo general el VPD (índice que revisaremos en otro blog) se ubica en niveles óptimos para el cultivo de cannabis. Durante el invierno no necesitamos preocuparnos mucho por los niveles de humedad altos ni necesitamos equipos costosos como deshumidificadores. Pero al mismo tiempo sucede que a bajas temperaturas, cuando llueve o cae rocío o neblina, el agua tarda mucho más en evaporarse y si una planta se moja permanecerá mucho más tiempo mojada, posibilitando que aparezcan hongos patógenos como el Botrytis, Pythium o Fusarium.
Cultivo en exterior.
Dependiendo de la temperatura de la zona en la que te encuentres pero fundamentalmente de la amplitud térmica (diferencia entre la temperatura más alta y la más fría durante el mismo día) el cultivo al aire libre puede ser muy difícil. Si la amplitud térmica es superior a los 15 grados el cultivo se vuelve prácticamente imposible ya que las bajas temperaturas de la noche van a afectar enormemente el desarrollo de la planta. En ese caso la mejor opción es montar un invernadero improvisado con varillas de madera o pvc y nylon para invernaderos (que se consigue relativamente barato). Lo más importante es cubrir la parte superior para prevenir la lluvia y el rocío, pero también es positivo cubrir los laterales dejando un espacio para que el aire pueda circular correctamente. Si no dejamos suficiente ventilación, lograremos el efecto contrario al que queremos conseguir.
Si no es posible hacer un invernadero la segunda mejor opción es cultivar en macetas en un lugar donde podamos moverlas durante la noche o cuando llueve a un espacio techado como una galería o pérgola. Es un poco más incómodo y depende de que nos acordemos todos los dias de moverlas pero es totalmente posible. Lo que debemos asegurarnos es de que la planta esté al sol durante las horas de luz directa. Los resultados que obtengamos dependen en gran medida de la cantidad de horas de luz de calidad que la planta pueda tener durante su crecimiento y principalmente durante la floración.
Por último y más importante: durante los dias cortos, la planta de cannabis no puede lograr un periodo de crecimiento vegetativo largo,es decir, plantamos una semilla y apenas pueda la planta va a florecer interpretando que debe reproducirse durante el invierno. Como mucho ese periodo de crecimiento vegetativo durará 45 dias. Esto sucede por las pocas horas de luz y se soluciona agregando luz artificial o como se conoce comúnmente practicando un cultivo asistido. La mejor idea es colocar una lámpara de tipo galponera a pocos metros de la planta y dejarla prendida 24 horas. Y en el momento que deseamos que la planta florezca viendo que ya es lo suficientemente grande, apagamos la luz artificial y con las pocas horas de luz natural que restan la planta realizará su floración. Esta técnica de cultivo asistido es la más utilizada en granjas industriales con invernaderos para asegurar una producción incluso en invierno. Se puede ir un paso más allá y en lugar de apagar la luz se puede prender solo en los momentos cuando sea de día. Esto funciona como complemento lumínico y puede potenciar los resultados de la floración.
Repasando, si cultivamos en exterior tenemos que prestar atención al frío y a la cantidad de horas de luz.
Cultivo en interior
El invierno es la mejor época del año para cultivar en indoor (en algunos lugares es la única época donde se puede cultivar en interior). Esto sucede porque la luz artificial que usamos para cultivar también aporta cierto calor que potencia el efecto de la transpiración vegetal y consigue un ambiente en condiciones óptimas para cultivar cannabis. Durante el invierno es posible utilizar formas de iluminación menos eficientes como el sodio o mercurio ya que el calor que emiten no es un problema en este momento, a veces hasta es algo positivo cuando el cuarto de cultivo se encuentra poco aislado del exterior y las temperaturas bajan mucho. Siempre es recomendable contar con una instalación eléctrica en condiciones para evitar problemas graves como incendios, para ello siempre te recomendamos contar con una revisión de un especialista al menos una vez al año.
También es la época del año ideal para cultivar con luces LED ya que la mayor eficiencia que poseen hace posible ubicar más cantidad de luces consumiendo la misma cantidad de electricidad que con las formas anteriores. Esto es muy valorable en casas donde la calefacción también es generada a partir de la electricidad y es necesario reducir el consumo en todos los equipos para no pagar abultadas facturas de los servicios.
El principal inconveniente para cultivar en invierno es que la transpiración de las plantas genera mucha humedad en el ambiente cerrado de cultivo y hay solo dos formas de solucionarlo: ventilar o deshumidificar. Para realizar una ventilación se requiere que la cantidad suficiente de aire que ingrese desde el exterior esté más seco que el que estamos sacando y eso es bastante sencillo la mayor parte del tiempo pero cuando en el exterior está lloviendo o hay mucha humedad, la solución es peor que el problema. En espacios de cultivo como carpas dicha renovación se consigue fácilmente colocando coolers o turbinas de extracción y el aire que ingresa usualmente es el que está en nuestra casa por lo cual no hay grandes problemas. En cambio en grandes salas de cultivo el aire que entra generalmente es el del exterior y ahí se convierte en un problema grave. La solución es contar con una cámara donde el aire se controle y luego ingrese a la sala, pero es una instalación bastante costosa.
Lo cual nos lleva a la segunda solución que es utilizar deshumidificadores de ambiente para controlar el aire dentro del espacio de cultivo. Los más utilizados son los deshumidificadores a compresor que funcionan de una forma similar a un aire acondicionado pero eliminan la humedad generando un poco de calor. Estos equipos son costosos y deben ubicarse siempre en la parte alta de la sala en una cantidad suficiente para eliminar varios litros de agua por día a una red de descarga que debe salir fuera del cuarto. También puede usarse los aires acondicionados en modo Dry pero no resultan ser el método más efectivo para eliminar el agua porque al mismo tiempo enfrían y eso mueve el VPD de valores óptimos haciendo que sea necesario eliminar más humedad todavía.
La solución como siempre se encuentra en el medio: complementar extracción con deshumidificación utilizando una u otra de acuerdo a lo que sea conveniente y genere menor consumo de energía.
Otro punto a tener en cuenta es que durante el invierno las plantas toman menos cantidad de agua por lo cual el riego tiene que ser mucho más espaciado y controlado. En este momento un exceso de agua puede resultar muy peligroso ya que el agua de la maceta puede tardar muchos dias en secarse completamente y si la planta no puede conseguir oxígeno porque el medio está todo embarrado, puede llegar a morirse. Aunque no se muera, un incorrecto balance de humedad del sustrato provoca bloqueos en la absorción de nutrientes que pueden ser muy difíciles de revertir.
En conclusión, cultivar en invierno implica atender principalmente las variables climáticas. Puede parecer poco pero es bastante complicado y de hecho es lo que hace que  mucha gente piense que es imposible cultivar en esta época del año. Pero la realidad es que cuidando a la planta del frío extremo, consiguiendo un ambiente lo más templado posible y atendiendo con mucha atención a la planta durante las etapas más tempranas de su vida, es algo totalmente posible.